martes, 17 de junio de 2014

Prevención de caídas

Las caídas son una de las principales causas que provocan deterioro físico y dependencia funcional en el adulto mayor. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada tres personas mayores de 65 años sufre una caída anual, lo cual puede incapacitarlos para realizar de manera independiente actividades básicas, como el baño, el traslado o incluso la preparación de sus propios alimentos.
Las fracturas más frecuentes que ocasionan este tipo de golpes pueden ser en cadera, cuello de fémur, columna vertebral, muñeca y tobillo.

¿Cuáles son sus principales causas?
Existen riesgos de la edad como los problemas visuales, auditivos o de los mecanismos que mantienen el equilibrio, disminución de fuerza en miembros inferiores o disminución en la fuerza de agarre. Por otra parte, existe otro tiempo de riesgos, como los derivados de las actividades diarias del adulto mayor y de su entorno, mismo que también se pueden prevenir. Es en estos últimos que centraremos nuestra atención para conocer las principales recomendaciones para convertir al entorno del adulto mayor en un espacio seguro.

¿Cuáles son las medidas preventivas recomendadas?
- Retirar alfombras de los pisos o fijarlas.
- Graduar la iluminación para evitar destellos.
- Tener iluminación adecuada en el trayecto entre la cama y el baño.
-  Instalar pasamanos en las escaleras.
- Tener fácil acceso a los instrumentos de cocina.
- Mantener en orden la casa, sin obstáculos y con las salidas de emergencia despejadas.
¿Cuáles son los habitos que se deben realizar para evitar caídas?
- Usar zapatos cómodos, bien ajustados al pie, de suela antideslizante (goma) y tacón bajo.  
- Puede ser aconsejable el uso de bastones o andadores.
- Evitar caminar descalzo, en calcetines o en pantuflas.
- Levantarse de la cama poco a poco, sin movimientos bruscos, permaneciendo unos minutos sentado en el borde de la cama antes de incorporarse por completo.
- Cuando se sienta mareado o sin fuerza, procure sentarse y evite desplazarse por unos minutos.
- Se recomienda realizar un programa de actividad física para mejorar el equilibrio, la fuerza, el control en las piernas y, en general, toda su movilidad.
- Vigilar con el médico la cantidad y el tipo de medicamentos, ya que la combinación de algunos medicamentos puede provocar mareo y pérdida de equilibrio.


Fuente: Dra. Rocío Magallón Mariné – Universidad La Salle

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