miércoles, 25 de junio de 2014

Salud emocional

La salud emocional de una persona depende de las condiciones biológicas, del ambiente natural y del ambiente construido por ella misma – para darle respuesta a sus necesidades -, de la capacidad de disfrute y satisfacción de la vida, de las condiciones interpersonales y humanas, del estilo de vida particular y del estado de armonía y bienestar que permite tener una vida equilibrada y con buen animo.
¿Cuáles son sus principales beneficios?
La salud emocional se relaciona con la capacidad de un individuo para establecer relaciones armónicas con otras personas, participar en la modificación de su ambiente físico y social y contribuir con ello de modo constructivo a la sociedad. Cuando un adulto mayor sufre de problemas emocionales, ellos generalmente obedecen a una combinación de factores mentales, psicológicos, físicos y sociales.
En el terreno biológico, el organismo y las funciones vitales cambian en el adulto mayor, por lo que en algunos casos, puede haber disminución o cierto deterioro; sin embargo, ser adulto mayor no es sinónimo de estar enfermo, puesto que el desgaste atribuible al tiempo depende de condiciones como el modo y estilo de vida de cada persona.
La sociedad considera ancianos a las personas mayores para ciertas actividades y, aunque no se puede dejar de reconocer que en esta etapa existen cambios del cuerpo y de su ubicación familiar y social, también es cierto que los sueños, los deseos, las diferentes sensaciones y las ganas de vivir no envejecen. La vivencia de sentirse “viejo” es porpia de cada individuo y sus circunstancias; de ahí que se puede ser “anciano” para algunas cosas y no para otras, “serlo sin sentirlo y sentirlo sin serlo”.

¿Cuáles son las medidas preventivas recomendadas?
La mayor debilidad de la salud emocional del adulto mayor se relaciona con no saber o no encontrar todo lo que puede hacer por si mismo y por los demás y, fruto de ello, sentirse mejor. Para evitar trastornos emocionales y psicológicos es importante ser optimista, sonreírle a la vida y buscar la paz interior para vivir en bienestar, satisfacción y con una adecuada calidad de vida.
Es importante que el adulto mayor trate de vivir de manera positiva y creativa, con pensamientos estimulantes para leer, escribir, meditar, salir de paseo, ir al cine, ocuparse en alguna de las actividades que se prefiera. Es indispensable estar satisfecho con uno mismo para hacer conciencia de lo que se necesita, de lo que se tiene y de lo que cada quien puede alcanzar. Es necesario aprender a estar solo y también acompañado de amigos, vecinos y familiares. Hay que organizar y planificar actividades para lograr las metas propuestas: todos somos capaces de realizar muchas cosas y tenemos limitaciones para otras.
Hay que vivir y disfrutar de lo que sí se puede y se sabe hacer, para tener una mayor probabilidad de éxito en los proyectos.
Descubra con alegría lo bueno y positivo que hay en su persona y aplauda por ello todas la veces que sea necesario.



Fuente: Dr. Pablo Picardi Marassa - Universidad Iberoamericana

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